Monday, January 16, 2006

Avishai Moshel











Tengo una cierta tendencia a tratar con excesiva atención a los extranjeros que visitan Colombia... Tal vez porque mi papá siempre me dijo (desde que yo no tenía ni idea de lo que era la economía ni para qué servía) que una las razones por las cuales nuestro PIB no aumentaba en las cantidades deseadas se debía a que no habían muchos turistas...

De regreso a Colombia encontré en el bus un man que llevaba un par de días sin tomar una ducha, yo llevaba 3 (eso no era problema ya)... Me habló en un inglés un poco dificil de comprender y me preguntó hacia dónde iba.... -A Colombia- le contesté; el me hizo saber que tambián viajaba a Colombia, a Cali porque le habían hablado maravillas de esa ciudad y porque en su único compañero de viaje "El lonely planet" decía que alli estaban las viejas más lindas del país.

Después de un par de horas ya lo había invitado a quedarse en mi apto en Cali por los 3 días que planeaba estar... El, porsupuesto aceptó; después de unos días en Cali lo invité a Tuluá a conocer mi familia y mis amigos y él nuevamente aceptó, los 3 días se conviertieron en 10 con ganas de que fueran 11 y 12... Pero el espiritu del mochilero se hace más grande que los lazos que se crean y sabíamos que por muy parceros que nos hubieramos hecho, era tiempo de partir...

No quiero describir la despedida, fue realmente triste, me pregunto por qué los seres humanos tenemos esta tendencia a aferrarnos, o soy solo yo?

Sólo el día que se fue Avi de mi casa se terminó definitivamente mi viaje al sur, tenerlo fue como estar unos días en Israel, verlo en mi mesa, al lado de un amigo francés y rodeado por mi familia el 31 de diciembre fue una enseñanza gigante acerca de la tolerancia... Avi alargó mi viaje, mi experiencia y modificó mi imagen sobre el medio oriente; mi familia y yo le dimos un descanso, unos días de intercambio en Colombia, mucha comida y se fue pensando en nuestro país como el lugar con la gente más bella del mundo.

7 Comments:

Blogger patton said...

Que buena la suerte de ambos de haberse cruzado sus caminos.

7:12 PM  
Blogger DaniloG said...

Que bacana la historia. Creo que a todos nos pasa eso de aferrarnos, o bueno por lo menos a mí.
Y que cantidad de gente de Israel mochilea por estos lares!
Saludos!

4:47 AM  
Blogger Julián Pantoja said...

que vacano uno poder contar esas historias, mas cuando uno es el mochilero y encuentra gente amable que sea capaz de abrir sus puertas al forastero

8:24 AM  
Blogger Cerebro said...

Que bueno Malua--- por su gran culpa esperamos a muchos israelies que aumenten el PIB del paìs y nos quiten ese peso a los economistas!!
Linda historia, muy hermosa!!
Saludos Señorita!!

10:45 AM  
Blogger DaniloG said...

Eso es en las dunas del desierto de Huacachina, cierto?
Esas tablas son del p*****!!!!

1:36 PM  
Blogger Rana Berden said...

Qué belleza de historia.

8:10 PM  
Blogger Bailarina said...

Bonita historia. Ojal� tuviera la oportunidad de contar una as�, ya sea en tu caso o en el del extranjero.

8:25 PM  

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